Deseo despedirme de 2025 con amor y gratitud

Cuando viajé a Japón en 1999, coincidí con el congreso de Reiki Oneness, organizado por maestros de Reiki de varias escuelas del país. En numerosos seminarios, talleres y congresos internacionales en los que traduje para Hiroshi Doi, he conocido a cientos de practicantes de Reiki de diversas líneas y, para mí, siempre ha sido un placer conocer a las personas que aman Reiki desde el corazón. Cuando almas que aman el Reiki se conocen, la conexión es inmediata. En mi caso, como tampoco me ha importado el linaje ni la escuela, nunca me he fijado en ese tipo de diferencias. Eso es quizás mi manera de ser; nunca me ha importado la procedencia, la educación, la profesión… de otras personas. Desde que tengo uso de razón, la única cosa que he sentido es lo que cada persona «es» en su esencia. Quizás eso me ha facilitado vivir desde mi alma «Reiki como Uno». Sé que, especialmente en el mundo del Reiki de Occidente, ha importado mucho el «linaje» y que para muchos cuesta superar este tipo de barrera. En Japón, en el entorno en el que he estado, solo nos conectamos por nuestro amor por Reiki y disfrutamos de los momentos que pasamos juntos.

Sin embargo, no creo en «convencer» ni en «imponer» mis ideas a nadie. Algo leí que el verdadero Bushido se manifiesta a través de los ejemplos y de pulirse a sí mismos para ser inspiradores para los demás, aunque a veces las familias antiguas de samurái, tras perder su posición en el siglo 19, padecían lo que decimos «los orgullosos tontos de la familia de samurái». Es decir, para mantener su dignidad, se sufren sin que los demás se enteren.

El concepto de Bushido es bello, pero no hay nada perfecto en este mundo humano. Lo «tradicional» de Reiki tampoco es perfecto. Sin embargo, lo que más he aprendido del método Usui Reiki es el respeto hacia cada alma y su proceso de evolución. Yo no soy perfecta ni obro de manera impecable. Con esa conciencia, he dejado de ver con la mirada crítica a las personas que, según mi criterio, no están haciendo las cosas bien, es decir, de manera honesta.

Eso sí, cuando alguien obviamente no es honesto, me siento triste, especialmente si es mi compatriota. Además, si está involucrando a muchos practicantes de Reiki de todo el mundo. Aun así, nunca he despreciado a esa persona porque mi alma sabe que se está manifestando así en mi «realidad» para que yo aprenda. Duele cuando alguien no está obrando bien y lo sabes, pero siempre hay algo más profundo allí. Es un aprendizaje esencial que nos enseña algo grande. No sé expresarme con palabras, pero mi alma comprende; por eso, solo siento «el amor y la gratitud» hacia el alma que asume un papel que nos hace atormentar.

Tuve que escribir lo expresado en el párrafo anterior para aligerarme y quedarme limpia. Así, el amor y la gratitud genuina emanarán de mí.

Quiero cerrar el año 2025 con profunda gratitud por las enseñanzas de Doi sensei, fundador del Gendai Reiki Ho. Me enamoré del contenido de este método desde el primer momento, no porque Doi sensei sea miembro de la Usui Reiki Ryoho Gakkai ni por su linaje. Es porque intuí que este sistema me iba a guiar en el camino del Reiki, del Reikido. Y ha sido así y será así para toda mi vida.

Feliz fin de año 2025. (Año de la serpiente)

Gracias y Gassho.

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